Colombia.- Rafael Yánez y su novio de nacionalidad holandesa denunciaron que fueron victimas de discriminación cuando departía en la piscina del hotel Holliday Inn Morros, ubicado en la exclusiva zona Norte de la ciudad. Se trata de un turista antioqueño que se encontraba con su novio holandés.
“El primero de enero estábamos en la piscina, mi tío es gay y estaba con su pareja. Ellos en ningún momento se encontraban realizando actos obscenos o comportamientos distintos a solo estar juntos. Se acercó el gerente del hotel y nos dice que en Colombia no es bien visto que dos hombres estén así, que los huéspedes están incómodos y que le colaboremos separándolos. Sentimos esto como una fuerte agresión a la comunidad LGBTI”, manifestó Diego Sierra, sobrino de uno de los turistas presuntamente discriminados.
“Estoy sorprendido, yo vivo en Estados Unidos donde las leyes son casi iguales a las de Colombia, y me molestó mucho lo que nos dijo el gerente, que mantuviéramos la distancia. Para mí es un irrespeto porque no se nos dan los derechos”, acotó Rafael Yánez, uno de los afectados.
“Nosotros no estuvimos haciendo nada obsceno, de pronto nos dimos un beso que es algo normal, pero no estábamos haciendo nada irrespetuoso con nadie. No sé en qué momento algún huésped consideró que estábamos haciendo algo irrespetuoso. Yo no entendí por qué, mi pareja me preguntó incluso que si en este país los gais no teníamos libertad”, sostuvo Yánez.
Responde el hotel
El gerente general, William Rodríguez, explicó la situación que se vivió con la pareja gay y aclaró que no es un incidente que pasó a mayores y estas personas no han sido retirados del hotel.
“Una pareja de hombres estaban en la piscina un poco pasados de cariño, y la piscina estaba llena de familias. Llamaron a la recepción del hotel para que pidiéramos prudencia, y nuestro ejecutivo de guardia les pidió discreción porque este es un tema tabú en Colombia. Les ofrecimos otros lugares donde pudieran estar más cómodos, y todos los huéspedes tranquilos”, expresó Rodríguez.
“En un restaurante un niño puede gritar y a los clientes les molesta, pero si el niño es autista, en un ejemplo de un caso extremo, toca llevar al niño a un espacio donde estén más cómodos. Lo importante es dejar en claro que el hotel no tiene nada en contra de ninguna persona ni por su raza, condición política o sexual”, concluyó Rodríguez.
Con información de El Heraldo Colombia