- La disminución de mujeres que transitan CU por las noches se debe a factores de género, por los peligros y el temor que ellas conciben al trasladarse en esos horarios.
Desde 2015, el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), identificó el “Paseo de las Ciencias” de Ciudad Universitaria (CU), que lleva al Instituto de Ingeniería en donde el pasado 3 de mayo fue encontrado el cuerpo sin vida de Lesvy Berlín Osorio Martínez, como un punto inseguro para el tránsito de las estudiantes.
El Paseo, conformado por el puente y bajo puente que pasa por la estación del metro Universidad, la Facultad de Ciencias y el área de Investigación Científica fue identificado como una zona con factores de infraestructura, urbanísticos y sociales que, además de dificultar el tránsito, “generan condiciones de inseguridad que afectan de forma especial a las estudiantes”.
Así lo definió la coordinadora de la “Investigación diagnóstica para la elaboración de un modelo de UNAM segura” e investigadora del CEIICH, Martha Patricia Castañeda Salgado, en un artículo publicado en el número 10 de la Revista académica “Trabajo Social UNAM”, que forma parte del proyecto del mismo nombre y que abarca un periodo de trabajo de 2014 a 2017.
Las conclusiones, resultado de un trabajo de campo realizado de 2014 a 2015 por académicas de la UNAM, muestran las condiciones de seguridad para las mujeres dentro de CU con base en el derecho a una movilidad libre y segura.
En el estudio, fueron las alumnas quienes calificaron como deficientes las condiciones de seguridad en esa zona, donde los niveles de visibilidad e iluminación generan condiciones de penumbra u oscuridad; también consideraron que la presencia de personas ajenas a la universidad les generó situaciones de inseguridad; además de mencionar como otros factores a la falta de señalización de tránsito y un ambiente sucio.
Lo mismo confirmó la investigadora del CEIICH y corresponsable del proyecto de investigación, Jahel López Guerrero, en enero de 2017 en la Revista “Defensor” de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, donde precisó que la investigación se centra en identificar las condiciones de inseguridad que afectan directamente a las mujeres que transitan en CU, y a la “comunidad universitaria”, conformada por quienes tienen vínculos académicos, administrativos o laborales con la Universidad.
Por ello, aun cuando la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México argumentó a través de su cuenta de Twitter que Lesvy Berlín ya no era estudiante de la UNAM, su madre, Aracely Osorio Martínez, dijo en la marcha realizada para protestar por el crimen, el pasado 5 de mayo que su hija había estudiado la preparatoria en institución y formaba parte de la Estudiantina Femenil de la casa de estudios, por lo cual las autoridades deberían haber garantizado su seguridad.
La académica López Guerrero afirmó también en su artículo que la disminución de mujeres que transitan CU por las noches se debe a factores de género, por los peligros y el temor que ellas conciben al trasladarse en esos horarios.
La investigadora indicó que en nueve de los 10 puntos de salida y entrada de la UNAM estudiados durante la noche, la salida de mujeres es menor que la de los hombres. Tan solo en la salida al Metro Universidad de las 5 mil 777 personas que transitaron 3 mil 602 fueron hombres y 2 mil 175 mujeres.
Con información de CIMAC Noticias