Opinión

Chiapa de corzo sin perspectiva de género para implementar la AVG

Gely Pacheco/ Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 09 de mayo.- El municipio de Chiapa de Corzo es uno de los siete que cuenta con la Alerta de Violencia de Género, declarada en el mes de noviembre del años pasado por la Secretaría de Gobierno a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONIVIM).

En el que todas las medidas que decidan implementar dichos municipios deben apegarse a garantizar, prevenir, atender, sancionar y erradicar todos los tipos de violencia contra las mujeres y promover el desarrollo integral, además de su plena participación en todas las esferas de la vida sin estereotipos, discriminación o desigualdad.

Los gobiernos de cada ciudad deberán diseñar e instrumentar políticas públicas que eviten discriminación alguna, sin embargo, para el gobierno de Chiapa de Corzo llamar ‘’Teléfono Rosa’’ y colocar la imagen de una mujer aparentemente angustiada o llorando, pareciera no conocer algo de la perspectiva de género.

El transformar los modelos socioculturales de conducta de mujeres y hombres, no lo están contemplando en la formulación de programas y acciones de educación formales y no formales, en todos los niveles, tal como lo establece la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Habría que mencionarle al gobierno de la Ciudad chiapacorceña, que las mujeres hemos crecido con este estereotipo de que el celeste es un color de niños y el rosado es de niñas. Desemboca a que las niñas seamos princesas indefensas y los hombres reyes empoderados. Con esta simple relación de colores y género, limitamos y acentuamos las desigualdades de miles de niñxs. Las niñas, por lo tanto, ”deberán” jugar a las muñecas, o hacer la comidita, así desde pequeñas, se nos involucra en actividades domésticas, es decir, al espacio privado. Nos empiezan a restringir actividades porque consideran que no son adecuadas para niñas, sino para los niños.

Estos estereotipos de género vienen a regir comportamientos de niños y niñas que se traducirán y reproducirán en la vida adulta hombres y mujeres. Cómo debemos comportarnos y los papeles a ”jugar’’ en el trabajo, en la familia, en el espacio público, en la relación de pareja, etcétera.

Quién decide cuándo tener relaciones sexuales, cómo se gasta o economiza el dinero en el hogar, quién trabaja y quién no, quién tiene más acceso al espacio público y quién no. Y todas esas cuestiones culturales que nos han oprimido y violentado a las mujeres por siglos.

Sin embargo, esta tan ‘’básico concepto’’ no lo es para uno de los municipios con altos índices de violencia feminicida en la implementación de la perspectiva de género en sus acciones de campaña de la Alerta de Violencia de Género.

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